Más que por su importancia arquitectónica, el «Palacio de las Leyes» de Toro, destaca por haber sido testigo de un importante capítulo histórico relacionado con la reina Isabel la Católica.
En 1505, mes y medio después de la muerte de la soberana, ocurrida el 26 de noviembre de 1504, este señorial palacio, fue el escenario escogido para la celebración de las conocidas como «Cortes de Toro».
Durante la celebración de estas Cortes, abiertas el 11 de enero, se proclamó reina a Doña Juana, hija de los Reyes Católicos, y se leyó el testamento de la reina Isabel, entre cuyas disposiciones está el origen de la iniciativa legislativa a partir de la cual se promulgaron las 83 «Leyes de Toro» en marzo de ese mismo año.
En la actualidad, sólo podemos admirar su bella portada, ya que en 1923, un devastador incendio arrasó el palacio.